Pues si señores, menudo Maratón nos pegamos el fin de semana y no solo por los 42,195 km sino por todo lo demás. Y paso a relataros.
Según llegamos a Sevilla Javi (de Nicolás) nos estaba esperando con una cañita ya en la mano, descargamos rápidamente el equipaje y nos incorporamos a la caña, pasamos a las segunda y así a otra tercera para esperar a Jesús y a Manu que habían ido a dejar el coche, se incorporan y tomamos otra, pero hay prisa y hambre por cenar,… otras cañitas y a continuación unas copas/cervezas haciendo unos kilómetros por y así hasta las …….. de la madruga´.
El Sábado nos levantamos para practicar una nueva modalidad de turismo, el Sporturismo, este deporte consiste en recorrer diferentes monumentos haciéndose fotos en ellos y desplazándose al siguiente corriendo cual corredores de maratón. Es importante para esta nueva modalidad deportiva llevar una cámara ligera que haga buenas fotos y ropa adecuada. Ducha y a recoger los dorsales.
Primer problema no está mi dorsal… o… ¿no estoy inscrito? Pero no me libro y rápidamente me facilitan un nuevo dorsal. Se incorporan Oscar y Lourdes y nos vamos a comer la Comida de la
Pasta sentados en un comedor al aire libre al solillo. Y a continuación tapas y cañas, cañas y tapas hasta muy tarde por diferentes garitos singulares de la zona con un oriundo del lugar (Arturo amigo de Manu). Cena de terracita con más cañas y a la cama, no sin antes haber tenido que insistirle 18 ó 19 veces a Javi que no era el día para irse de copas, que al día siguiente corríamos un maratón.
Ring, ring… las 6:30 del Domingo, que nervios, ¡paso! mejor sigo en la cama y voy más tarde a ver a estos. Pero rápidamente me repongo, desayuno en abundancia, me visto para hacer 42 km, cojo el equipaje y a buscar al resto. Caras de sueño generalizadas, caras de arrepentimiento: ¿a quién se le ocurrió esto de Sevilla?, cogemos los coches y al Estadio donde se dará la salida, y aquí es cuando empieza a oírse el tic, tac, tic, tac, de los segundos, el rig rag de los sobres de Ibuprofeno, el pis, pis de …eso. Unos estiramientos, ambiente distendido (más o menos) y cuando me quiero dar cuenta. PAGGG (disparo).
Empieza el maratón, salimos del estadio en estampida cual bisontes sabedores de la matanza, me adelanto víctima de la tensión, para que los de Nicolás no se me vayan a las primeras de cambio,… pero se me han ido, aprieto y cuando me quiero dar cuenta estoy corriendo a ritmo de Gonzalo que quería hacer entorno a tres horas. Creo que voy delante, por unos momentos pienso "aprieto y les dejo, esto es la guerra, aquí vale todo" pero luego pienso que esta opción podía ser un poco aburrida, miro hacia atrás unos minutos y me incorporo a la disciplina del Triatlón Parquesol, comandada por Jesús, que otra vez vuelve a tener buenas sensaciones, Oscar se queda atrás quiere ir a su ritmo, y continuamos Jesús, Javi, Manu y yo mismo, primeros 10 km trascurridos como si no hubiésemos comenzado a correr, ritmo de 4:45 tirando a 4:40, 15 kilómetros más al mismo ritmo y nada, 20 km y primeras solicitudes en el pelotón de naranjas mecánicas para sacar las mangueritas. Mientras pasaban los kilómetros íbamos hablando de los que iban a nuestro alrededor, la chica que corria de puntillas, el triatleta Bisbal perfectamente equipado que se hizo unos cuantos kilómetros en solitario con nosotros, etc. Pasamos la Media Maratón en 1 hora 40 minutos y 41 segundos. A por la segunda parte de la carrera, de momento hemos conseguido el objetivo y al ritmo fijado, parada técnica unos metros más adelante para mingitar tras un centro de transformación perfectamente electrificado.
La segunda parte de la carrera fue un poco más lenta, he de reconocer que la primera parte ni me enteré, Jesús aquí continuaba en cabeza marcando el ritmo perfectamente, cual metrónomo, o eso decía, porque los que íbamos detrás éramos conscientes de los calentones que le pegaban de vez en cuando, son las ventajas de correr por sensaciones, yo miraba el reloj súper GPS y me decía que rodábamos cada vez más rápido, así llegamos al 27 más o menos en el que se descuelga Manu; nos dice que prefiere continuar a su ritmo, bajamos un poco, pero volvemos a clavar el crono en 4:45, a partir de aquí los de Nicolás me empiezan a dar miedo, vamos los tres muy juntos, pero en el pk 30 Jesús se gira hacia Javi y hacia a mí y saliéndole un brillo del ojo cual villano de la Vuelta al Mundo de Willy Fog nos dice con sonrisa asesina: "Ha sido un placer, encantado de haber corrido con vosotros, a partir de aquí empieza la carrera". Me dio miedo, pero pensé “si me pega me sé defender, he jugado al rugby”, y seguí enganchado, km 31, km 32, empiezo a notar que el ritmo se eleva o que las piernas flojean tras 32 km, entro en una rotonda mal, y salgo 10 m por detrás de Jesús y Javi, aprieto pero lo único que puedo apretar ya son los dientes. Vemos a Lourdes que nos ánima, intento no perder ritmo pero el rebufo psicológico es importante, me pongo a mi ritmo 4:45, km 34, km 35, km 36, veo una camiseta del Parquesol a lo lejos, aprieto como puedo, ha pinchado… ¿quién? Jesús no creo, Javi podría ser, pero no, es Gonzalo, no me lo creo, hablo unos segundos con él, pero me dice que va roto y que prefiere continuar despacio. Tiro para adelante y sigo luchando contra los kilómetros, se supone que he pasado el muro, pero el 37 y 38 se me hacen eternos, so
rbito de gel, aflojo un poquito, me repongo psicológicamente y a por lo poco que queda, y pienso aquí hay que demostrar que he hecho series, ritmo de 4:35 miro el reloj unos segundos después otra vez en 4:50, vuelvo a apretar 4:40, segundos después 4:55, no hay manera. Kilómetro 40 luchando y oigo "venga Javi", "ese que corre es mi papi", se me ponen los pelos de punta, carga de adrenalina y a por todo. Mucha gente andando victimas de su propio ritmo, en bajada del estadio mis pobres piernas ni retienen, sprint final y 3:21:54, no está nada mal, he mejorado mi tiempo. Me están esperando Jesús y Javi con sus 3:19:07, poco después llega Oscar 3:24:39 y seguido Manu 3:25:47 muy cerca de Gonzalo 3:25:48 que entra exhausto y le tienen que atender. Me entrevista la Televisión y contento para las duchas tras recoger a Gonzalo que ya ha recuperado.
Comida y para casa. Hoy no me duelen las piernas porque no las siento. Ha merecido la pena y un placer haber competido en la Maratón de Sevilla con este equipazo, pero conmigo no contéis para un Iron Man ni de coña... Bueno en unos meses volvemos a hablar. drunken
Ring, ring… las 6:30 del Domingo, que nervios, ¡paso! mejor sigo en la cama y voy más tarde a ver a estos. Pero rápidamente me repongo, desayuno en abundancia, me visto para hacer 42 km, cojo el equipaje y a buscar al resto. Caras de sueño generalizadas, caras de arrepentimiento: ¿a quién se le ocurrió esto de Sevilla?, cogemos los coches y al Estadio donde se dará la salida, y aquí es cuando empieza a oírse el tic, tac, tic, tac, de los segundos, el rig rag de los sobres de Ibuprofeno, el pis, pis de …eso. Unos estiramientos, ambiente distendido (más o menos) y cuando me quiero dar cuenta. PAGGG (disparo).
Empieza el maratón, salimos del estadio en estampida cual bisontes sabedores de la matanza, me adelanto víctima de la tensión, para que los de Nicolás no se me vayan a las primeras de cambio,… pero se me han ido, aprieto y cuando me quiero dar cuenta estoy corriendo a ritmo de Gonzalo que quería hacer entorno a tres horas. Creo que voy delante, por unos momentos pienso "aprieto y les dejo, esto es la guerra, aquí vale todo" pero luego pienso que esta opción podía ser un poco aburrida, miro hacia atrás unos minutos y me incorporo a la disciplina del Triatlón Parquesol, comandada por Jesús, que otra vez vuelve a tener buenas sensaciones, Oscar se queda atrás quiere ir a su ritmo, y continuamos Jesús, Javi, Manu y yo mismo, primeros 10 km trascurridos como si no hubiésemos comenzado a correr, ritmo de 4:45 tirando a 4:40, 15 kilómetros más al mismo ritmo y nada, 20 km y primeras solicitudes en el pelotón de naranjas mecánicas para sacar las mangueritas. Mientras pasaban los kilómetros íbamos hablando de los que iban a nuestro alrededor, la chica que corria de puntillas, el triatleta Bisbal perfectamente equipado que se hizo unos cuantos kilómetros en solitario con nosotros, etc. Pasamos la Media Maratón en 1 hora 40 minutos y 41 segundos. A por la segunda parte de la carrera, de momento hemos conseguido el objetivo y al ritmo fijado, parada técnica unos metros más adelante para mingitar tras un centro de transformación perfectamente electrificado.
La segunda parte de la carrera fue un poco más lenta, he de reconocer que la primera parte ni me enteré, Jesús aquí continuaba en cabeza marcando el ritmo perfectamente, cual metrónomo, o eso decía, porque los que íbamos detrás éramos conscientes de los calentones que le pegaban de vez en cuando, son las ventajas de correr por sensaciones, yo miraba el reloj súper GPS y me decía que rodábamos cada vez más rápido, así llegamos al 27 más o menos en el que se descuelga Manu; nos dice que prefiere continuar a su ritmo, bajamos un poco, pero volvemos a clavar el crono en 4:45, a partir de aquí los de Nicolás me empiezan a dar miedo, vamos los tres muy juntos, pero en el pk 30 Jesús se gira hacia Javi y hacia a mí y saliéndole un brillo del ojo cual villano de la Vuelta al Mundo de Willy Fog nos dice con sonrisa asesina: "Ha sido un placer, encantado de haber corrido con vosotros, a partir de aquí empieza la carrera". Me dio miedo, pero pensé “si me pega me sé defender, he jugado al rugby”, y seguí enganchado, km 31, km 32, empiezo a notar que el ritmo se eleva o que las piernas flojean tras 32 km, entro en una rotonda mal, y salgo 10 m por detrás de Jesús y Javi, aprieto pero lo único que puedo apretar ya son los dientes. Vemos a Lourdes que nos ánima, intento no perder ritmo pero el rebufo psicológico es importante, me pongo a mi ritmo 4:45, km 34, km 35, km 36, veo una camiseta del Parquesol a lo lejos, aprieto como puedo, ha pinchado… ¿quién? Jesús no creo, Javi podría ser, pero no, es Gonzalo, no me lo creo, hablo unos segundos con él, pero me dice que va roto y que prefiere continuar despacio. Tiro para adelante y sigo luchando contra los kilómetros, se supone que he pasado el muro, pero el 37 y 38 se me hacen eternos, so
rbito de gel, aflojo un poquito, me repongo psicológicamente y a por lo poco que queda, y pienso aquí hay que demostrar que he hecho series, ritmo de 4:35 miro el reloj unos segundos después otra vez en 4:50, vuelvo a apretar 4:40, segundos después 4:55, no hay manera. Kilómetro 40 luchando y oigo "venga Javi", "ese que corre es mi papi", se me ponen los pelos de punta, carga de adrenalina y a por todo. Mucha gente andando victimas de su propio ritmo, en bajada del estadio mis pobres piernas ni retienen, sprint final y 3:21:54, no está nada mal, he mejorado mi tiempo. Me están esperando Jesús y Javi con sus 3:19:07, poco después llega Oscar 3:24:39 y seguido Manu 3:25:47 muy cerca de Gonzalo 3:25:48 que entra exhausto y le tienen que atender. Me entrevista la Televisión y contento para las duchas tras recoger a Gonzalo que ya ha recuperado.Comida y para casa. Hoy no me duelen las piernas porque no las siento. Ha merecido la pena y un placer haber competido en la Maratón de Sevilla con este equipazo, pero conmigo no contéis para un Iron Man ni de coña... Bueno en unos meses volvemos a hablar. drunken
Qué bueno, Javi...... pero ya ha smencionado la palabreja esa que anda circulando en el aire.... IRONMAN..... hmmmmm¡¡¡ MALO, MALO. YA LA HAS PRONUNIADO Y ESO CON CINCO CENA DEL HERRADOR Y DOS SEMIBAILES DE COPAS DESPUÉS YA TE DIRÉ EN QUÉ SE CONVIERTE...... por cirto, conozco unos apartamentos chulísimos de Lanzarote, ya te daré la dirección o el mismísimos Hotel Los Fariones, he estado allí, que creo es el centro de operaciones u muchos Ironmaniacos......, malo, malo YA LO HAS DICHO¡¡¡¡
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