Impresionante lo vivido ayer. Campeonato de España de Triatlón Cros
Esta era la cuarta edición, mi tercera, y la mas dura con
diferencia.
Se podría decir que la natación es la que es,
independientemente del nivel del agua. La carrera a pie bastante parecida a los
años anteriores, no como la primera edición en la que estuve con Oscar Mtnez, Jesús
y Edu.
La bici. Esta merece un apartado especial.
Al poner los boxes en la orilla de enfrente, respecto al
resto de ediciones, se empezaba sin ese tramo de pista. Sendero un poquillo
técnico, con piedras y en continua subida, con descensos de 1, 2, 3 metros. Un
poquito de barro. Entramos en un camino, esta parte mas parecida a otros años,
pero en subida. Este año no teníamos que pasar por el maldito tramo de
1Km-1.5Km de casi escalada, por lo que el camino era más empedrado y más
fuerza. El caso es que a los 10Km veías como llegabas al pueblo, ya asqueado y
con los cuádriceps doloridos, cuando, justo antes de llegar al polideportivo te
giran a la derecha por un micro sendero lleno chinas, cantos, piedras,
pedruscos y rocas, para dejar el pueblo a la izquierda y salir a la rotonda,
por la que accedes al sendero que te lleva a la pista de hormigón en la que a
su entrada reza "BIENVENIDOS AL INFIERNO".
En ese momento el cuenta Km me marcaba algo menos de 11Km y
yo creía recordar que la "subidita" tenía 5Km mas o menos. Algo no
cuadraba, la bajada tenía aprox. 1Km total 16Km y decían que eran 23.5. Me puse
a lo que tocaba, plato pequeño y a por la subida, buscando el tramo que me hizo
doblar la rodilla y bajarme de la bici el año pasado y convenciéndome que ese
era mi reto, no bajarme este año. Parecía que llegaba arriba y este año iba
bien, no solo no me bajé si no que no fui capaz de encontrar ese tramo donde
pensar echar el pie a tierra. Pregunte al hombre que sacaba fotos, prácticamente
coronando, "500m. y comienza el llano". Por fin, plato mediano, bajo
un par de piñones y... otra vez plato pequeño. Después de unos 3Km alternando
platos parece que empieza la bajada, lejos, lejísimos del pueblo.
Descenso peligroso, técnico, con muchas piedras o mejor
decir rocas, Constantemente mirando la rueda delantera para elegir la mejor
piedra o el mejor hueco entre rocas por la que pasar cuando veo algo por el
rabillo del ojo.... UN TORO. Allí estaban tumbados, no me dio tiempo ni a
preocuparme de los toros, con las piedras tenía suficiente. Finalmente y
después de unos 6 o 7 interminables Km llegas al pueblo, por una calle que pica
para arriba, da igual, tras lo vivido parece casi bajada.
Comparto las palabras del gran Pilo al verme pasar con la
bici a boxes "se les ha ido, vaya bici"
Como resumen
Este ha sido el año que el mas rápido (Carlos Mateos López,
Trialcorcon-Villalkor) ha tardado más tiempo y menos me ha sacado. Ha sido el
año que menos me ha costado hacer la "subidita de 5Km y no me ha hecho
incar el pie en el suelo pero ojito, este año la velocidad media me ha bajado
1Km/h
25Km en 1:59 a una media de 12.7Km/h y max 49.7Km/h
por cierto, a los organizadores y habitantes de El Barraco un 11
Un poco ya en frío y visto que falta esa crónica que la prueba se merece creo
que me toca obrar de juntaletras .
Ciento y pico de euros es algo de dinero, es mucho para según qué cosas, y es
mucho en según qué días de estos de recortes y de crisis en que nos
encontramos. Lo que pasa es que esa cantidad de dinero hemos podido comprobar
que es poco cuando por eso te encuentras arropado, comido, atendido, mimado y te hacen protagonista de
una película con gran producción , cuando por eso has
vivido unos meses con un objetivo. Es subjetivamente poco pues en no pocas
ocasiones gastamos mucho más para atravesar la península hacia pruebas de una
organización que no llega a los parámetros de las que vivimos ni en sueños. Y
lo grande es eso, que esta película nos la han rodado en casa y mejor aún, que
tendrá más partes .
Corren malos tiempos para España y más para los españoles , pero corren buenos
tiempos para el triatlón . Este año nos han
montado muy literalmente a la puerta de casa pruebas que nos han ahorrado
desplazamientos y han subido el nivel, las distancias olímpicas se han
multiplicado, los “sin drafting” se generalizan y el calendario aquí mismo
permite a los superdotados doblar en los fines de semana.
Pero a lo que iba. Resulta barato al final el sueño, porque varios de nosotros
hemos soñado con hacer estas cosas, bien por la incertidumbres de abordarlas,
bien por la ilusiones de cómo hacerlas o bien por los contextos que se
plantean.
Y como toda crónica no es más que una subjetiva y muy personal película tengo
que contaros la mía. Y para mí esta película ha sido de lo más rara. Hace ya
algún mes que me apunté, descarte de entrada el Half porque hay que ser
realista en cuanto a lo que abordamos y lo que estamos dispuestos a poner en el
asador para lograrlo, quizás también en cuanto a lo que podemos hacer, pero
esto es más variable y depende más de lo anterior.
La verdad es que el miércoles no pensaba en película, había decidido que a 200
kilómetros y entregado a excursiones de montañas , a labores de jardinería
sin final y a los mil oficios del bricolaje hogareño no podría venir…, pero
alguien me revolvió con una llamada a las ocho de la mañana del viernes, medio
dormido pude leer algo sobre el ambientazo, y yo, corto en el arte de dominar
las decisiones y gobernar los pensamientos, cortocircuité la anterior decisión
y me dije… “… pa que me lo cuenten, pa´llá que me voy y que sea lo que sea”.
Y me vine por la mañana el sábado, a casa, al trastero, y a la Cúpula del
Milenio. “Jooooooder¡¡¡¡, pues resulta que no había exagerado nada el Víctor”..
allí estaban algunos coleguis, con las burras en la cola para facturarlas, los
chiringuitos de la feria, la megafonía, el calor dentro del recinto , ….. y los
nervios, estos puñeteros nervios de siempre, el nivelazo del evento, las
vibraciones de la presencia de un tal Eneko, y el viento, este puñetero viento
y la predicción para la tarde. Bueno, ya estoy liado, ya no me lo cuentan, lo
sufro solito y lo digiero en mis tripas.
Para casa, a deglutir esa espera, el coctel de pasta, nervios , incertidumbres y
ganas. Al sofá para ver si cuela una minisiesta. Y las tres de la tarde es el
momento de hacer acto de presencia en el plató de la película, al ir hasta allí
veo las vallas para cortar la Avenida de Salamanca, eso sí que es lujo, y se
ven más cosas, por ejemplo el viento soplando de Sureste con
ganas de no fallar en las predicciones.
Y el imparable tiempo hace el momento de acerque, los del half están medio
listos, aquello toma temperatura, vamos al baño con Eneko y nos planteamos que
si nos rozamos igual se nos pega algo, está la sonrisa nerviosa , están los gestos
desatinados, el llevar lo que no toca y dejarnos lo que necesitamos, se nos
pierden familiares, se nos pierde la cabeza, me junté con mi tropa del
olímpico, con Manolo y con Ernesto, luego ya más tarde nos esperaba Goyo . La
música de por medio no puede ahogar el sonido de la salida de los half, a
nosotros, los mortales nos queda media hora pero nos enfilamos al río, hay que
calentar los doscientos metros hasta la línea de salida, saludos de vecinos, de
amigos, resoplidos y sin saber muy bien buenas sensaciones. Al agua, con
demasiado tiempo , la gente se agolpa en
los márgenes del Pisuerga porque el calentamiento se hace largo, se empieza a
ver que llegan los half del agua, lo que significa que pronto saldremos, muchos
de mi salida se van a la orillas, demasiados, y en un golpe de vista y sólo
porque llevo lentillas veo al que supongo dará la salida llegar con la bocina de
la mano y sin un gran protocolo nos largan, a toda mecha, por el centro, sin
apenas contacto, las manos entran en el agua con inusitada fluidez y resulta
que desde la primera brazada me veo bien y muy a gusto . Llego a coger pies y
notar bastante avance, la verdad es que las últimas semanas entrenando casi a
esa hora y acostumbrado a la corriente en contra me sirven en este momento.
Consigo llegar a la playa mientas alguien grita el tiempo “..catorce minutos…”,
no me parece mal tiempo al menos, adelanto a alguien corriendo, veo que el
personal viene bastante estirado aun y me lanzo para el tramo de bajada, es
bajada, es verdad pero es algo más largo y eso también se nota porque se
comienza a pensar en la burra que espera y el viento que nos aguarda.
La llegada del agua tiene un único pero que la organización ha resuelto sin
problema, la salida se hace en auténtico ascensor, dos brazos me sacan como a
trucha del río y los desabroches del traje de pingüino empiezan en la rampa.
Veo a Teo, César, gente del Club animando y les enseño el pulgar
en señal de que la cosa va ok. Delante de mí está Manolo, vamos a ver si
salimos juntos pero empieza el momento tonto de la tarde, la neurona está atascada
y no consigo encontrar la bolsa 255, al final aparece ella sola porque me
sentía incapaz de encontrarla yo mismo. Cambio y se
me va un tiempo precioso con estas chocheces sobrevenidas. Gritos al salir de
la Cúpula, qué chulo está todo¡¡¡, venga, empieza la segunda parte, Manolo se
me fue a trescientos metros, y la avenida de Salamanca nos recibe, nivelazo
sólo por este escenario, ir por el centro del carril, el túnel, conductores ya algo
inquietos porque las bicis reinan por un rato en el imperio del asfalto. Y el
viento de cara, y más viento, venga, paciencia, estabiliza las pulsaciones y
entrégate, me digo. Y un poco empiezo a recortar a Manolo, cruces, gente
orientando a los corredores, guardia municipal, Vallsur, giro a cañada, los
casi ocho kilos de aire en la rueda hacen que la burra bote lo suyo, los
badenes de los cruces en la zona impiden usar el acople de continuo, giro para
carril de Puente Duero, Eolo a lo suyo y aplicándose para
sacudirnos en la cara, vaya diferencia con el Triatlón de Arroyo, me pasa poca
gente y veo a Manolo más cerca, antes de la rotonda de Puente Duero lo alcanzo
y le propongo la “trampilla” de que me siga pero al rato miro y ya no lo veo.
Paciencia, el viento luego nos ayudará, paciencia, y subimos exprimiendo
Simancas, y la paciencia tiende a acabarse cuando salir de Simancas, en las
bajadas, requiere subir piñones porque si no te quedas clavado. Llegar a Geria
es una auténtica aventura pero voy entregando todo lo que llevo de fuerzas y
alguno suelto me pasa, muy pocos.
Subida de Geria, hemos rolado y aunque no de favor al menos ya no da de frente
el viento y la rampa se hace bastante llevadera, los olímpicos de este año han
decidido compartir este tramo que empieza a resultar un punto familiar. A punto
de coronar algo parecido a un Spunik nos pasa , primero la moto
y después Eneko en su cabra, de pie y en plato grande, se me ocurre que no nos
hemos frotado lo suficiente porque la imagen que damos es , arriba en el páramo
me acuerdo del consejo de Flores, “no remates en la subida que el viento de
dará de plena jeta”, sólo con eso consigo pasar a dos que a lo que se ve no se
creían que en Valladolid se puede sufrir en alguna subida y a partir de ahí,
del avituallamiento, ya alucinado por la cantidad de picoletos, voluntarios,
organización y público realmente empiezo a disfrutar.
Ya muy estable de pulsaciones, con el viento a favor, disfruto de la bici como
pocas veces, el paso de Cigüñuela, subida a la recta que llevará a Zaratán, y
sólo me han pasados dos desde el avituallamiento, ya no lo hará ninguno
más, al bici lanzada, dos carriles de bajada desde Zaratán para nosotros solos
y entramos de nuevo en Pucela. La Cúpula nos recibe de nuevo, descalzo y
apoyando los pies en las zapas me bajo a toda leche y adelanto entrando en la
Cúpula a alguien que casi se cae. Ahora lo de siempre, a penar, y me arranco
con gorra incluida, intento controlar la respiración y de nuevo paciencia esto
irá pasando, hasta ahora todo ha ido fenomenal. Y sufriendo van pasando los
kilómetros, Eneko no corre porque simplemente levita delante de una bici que le
sigue bastante ligera. Plaza Mayor, empiezan cruces con los Half que van
llegando, vaya bien que corren, con lo que llevan encima. Alguna parada de los
diez segundos me da la vida para encarar Isabel la Católica por última vez,
Arteaga me pasa a muy buen paso, pero sé que en unos minutos la película que
vine a ver pondrá el rótulo final. Ya no cojo pulsera y la recta de la meta se
abre delante de mí. Qué bien, cansado y tocado llego pero qué bien. Llegan al
rato Manolo y Ernesto, está hecho, estamos en la feria, los Half irán llegando
en tiempazos de menos de cinco horas.
A degustarlo. Me concedo un par de horas pero nos mucho más, me esperan otros
doscientos kilómetros de vuelta y aun debo de pasar por casa a dejar el
material. Que pena¡¡. Si hubiera mirado las clasificaciones hubiera botado como
un auténtico poseído, SEGUNDO V2M, la leche¡¡¡ , y con mi carrera a pie
a la que no pongo remedio. Pero la verdad es que da igual, las sensaciones
habían triunfado por encima del resultado, de verdad. Nadie me lo contará
porque yo participé en la película, sé el comienzo, lo que pasó y cómo acabó,
no me lo contarán.
Los finisher del Half son cosa aparte, vaya nivel de Club, cuartos por equipos,
casi todos en menos de cinco horas y alguno por encima pero con una sonrisa de
oreja a oreja al que estreché la mano en su entrada en meta como el más feliz
de los mortales. Pero ya no podía esperar, algún pequeñajo me esperaba para que
le contara la película que vine a hacer a Valladolid y mientras tendido en la
cama por la noche con él a eso de los doce y media empezaba a describir los
personajes y episodios aun el regusto me duraba……..
Ahora falta rescatar el pisapapeles que recogieron en mi nombre, que debió
unirse a la fiesta de esa noche de los que se
quedaron y resultó con magulladuras.
Eduardo Arroyo
(I CAN Triatlón. Valladolid 7-07-2012)
Video disfrutando de la transición final en el Half