Hace unos meses en una conversación con la gente del equipo, me animaban ha correr la Maratón de Sevilla. Ya en la siguiente conversación, se daba por sentado que iba a correrla y ahí empezó un proceso de autoconvencimiento, entrenamientos y “gallinitas” que culminaron el pasado domingo a eso de las 13:47 finalizando la Maratón de Sevilla.
Hasta allí fuimos unos cuantos naranjas: Gonzalo, Baudelio, Manu, Javy Moreno, Oscar Martínez, la saga “de Nicolás” y el que suscribe, unto con las familias.
Destinamos la tarde-noche de viernes y sábado a la alimentación e “hidratación” (unos más que otros) y el sábado mañanero a soltar piernas haciendo sport-turismo.
Con el despertador del domingo me empezaron los nervios, que intenté calmar en el desayuno conjunto que montamos en el apartamento donde dormíamos Manu y yo.
Ya en el Estadio Olímpico empiezan las preparaciones y desalojo de líquidos necesarios antes de correr, y cuando me doy cuenta estamos en el tartán de la pista, mirando el reloj, expectantes del disparo inicial.
Pumm!! A correr toca! Mucha gente y muchas ilusiones avanzando y miedos que se quedan atrás en los primeros metros.
Pese a que había pensado salir tranquilo haciendo mi carrera, salgo con el grupo: Jesús, Javi, Gonzalo, Manu y yo. Desde el km 2 el ritmo se pone serio pero todos confían en que puedo, así que intento ir con el grupo hasta donde me permitan las piernas. Los primeros km pasan muy rápidos y no pesan de momento, vamos pasando gente. Por momento damos miedo los 5 en línea ocupando casi toda la calle.
Ya en el km 18 encontramos a Oscar de Nicolás y Javy Moreno que se incorporan para hacer un rodaje largo en el caso de Oscar y terminar con nosotros en el caso de Javy Moreno. Que lujo de equipo!!
Al pasar la media algunos deciden parar a desalojar líquidos y yo juego mi baza psicológica con Javi diciéndole que no paro y que ya veremos como termina las cosa. La cara de Javi al parar es un poema, no se si es miedo de que le gane o ira por que yo no pare, pero mi jugada esta hecha. Gonzalo tiene piernas y camina ya por delante. Demasiado para mí.
La verdad es que ni Jesús, ni Manu, ni Javi tardan en echarme mano. A penas un par de kilómetros. Al poco Manu decide que no es su ritmo, y sin hacer ruido se descuelga, pero continúa con un ritmo perfecto. Grande compa, grande!!
Oscar y Moreno hacen un trabajo de locura hasta el 30. Aquí ya ha anunciado Jesús que es donde empieza la carrera y doy fe de que Javi lo sabía. Un ritmito más vivo y nos sueltan a Jesús y a mí en el 35.
La experiencia de Jesús hace ahora su trabajo. “Relajamos un poquito que todavía queda mucho”, me dice. Por supuesto hay que hacerle caso.”Si no nos relajamos mucho terminamos en tiempazo” No se equivoca nunca y en esto de la larga distancia, como en otras muchas cosas, es un crac.
Termino con los geles que me quedan, bebo, como, pero ya hay lo que hay.
En el 40 mis piernas dicen: Basta!!! No puedo seguir al ritmo de Jesús y le digo que siga él, que tiene un tiempazo. Yo me conformaré con terminar decentemente.
Todos dicen que la entrada en es Estadio es espectacular. Debe de serlo, pero mi cabeza deja captar ese recuerdo para otra ocasión. No llevo nada de fuerza y ni siquiera el tartán de la pista aviva mis piernas.
Final en 3h y 16 minutos. Mi primera maratón.
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