POR BILBAO

L a carrera comenzó los días anteriores a irnos a Bilbao, ya que es cuando comenzaron los miedos, ¿Qué narices hago yo metido en esto?, ¿no aprenderé nunca?......., que os voy a contar si a todos nos pasa lo mismo.
El viernes nos acercamos a recoger los dorsales y ya el asunto prometía; primera sorpresa, nos regalan un casco para la bici y como no, habrá que estrenarle el sábado. Escuchamos la charla técnica, y entre eso y las explicaciones de mi tío, de por donde es el recorrido de bici, me empieza a entrar un poco de miedo, ya que me parece que va a ser muy duro.
El sábado empezamos bien el día, hemos dormido todos bien (toda la familia), así que nos vamos a colocar el material ver las zonas de transición, el recorrido a pie y la salida del agua.
Son las 13.00, llegó la hora de calentar en el agua, por la aglomeración de gente parece que va a salir a nadar Noya y compañía, en vez de una panda de locos que nos metemos en la ría de Bilbao por primera vez, y sorpresa el agua esta estupenda, está muy limpia y no está muy fría.
A las13.30 dan la salida, se sale como siempre, yo me he cogido un lateral, así que no recibo ningún golpe y puedo nadar muy agusto; da gusto ir viendo los márgenes llenos de gente, animando y los puentes están que no cabe nadie más. 30min.después salgo del agua, un poco desorientado, tanto que no encuentro la bici. Por fin la veo me pongo todo salgo por la transición y empieza el festival, la primeras subida, y de plato pequeño, durante unos 600m,luego cogemos la nacional a Galdakano y vamos como aviones, no es normal, nos quedan 85km y vamos a 42km de media.
Después de disfrutar del llano llega lo que nos temíamos todos, la subida del vivero al monte artxanda, con una pendiente de entre el 6 y el 10% y con una rampa al principio del, más o menos, de 12%; va a hacer mucho daño en la segunda vuelta, y así fue, la pude subir tranquilamente, ya que si no no llegaría a la siguiente transición.
Llegamos a la transición con un gran dolor de piernas (y todavía me quedan 21km corriendo),pero para mi sorpresa empiezo a muy buen ritmo, cómodo, hasta que en la segunda vuelta las piernas dicen basta y me toca bajar el ritmo mucho y sufrir, pero que mucho para conseguir llegar. Menos mal que entre todo el mundo animando, los propios corredores también, conseguimos entrar en meta con un tiempo decente de 5.37h, pero tan feliz, que parecía que acababa de ganar la carrera.
Os prometo que ha sido un fin de semana increíble, gente animando por todos los sitios, a todo el mundo, parecía una etapa reina del tour de Francia. Desde luego que ha tenido un encanto especial, me ha enamorado la prueba, por la dureza, por el compañerismo, por la afición y por el buen rollo que había entre todo el mundo
Solo espero que el próximo año podamos ir algunos mas y disfrutar y sufrir a partes iguales.
Una cosa, la organización ha sido un12, muchos avituallamientos, mucha comida y bebida, un trato de 10.