"Maldito radio"
Padre e hijo nos narran su experiencia en el tri de Pulpí.
"Me gustaría contaros la experiencia de participar en el Campeonato de España de GE de este año. Como resumen general decir que pienso que a estos sitios hay que ir, por ambiente,densidad de triatletas de todos los colores y disfrute en general si te gusta este rollito.
Viernes: dorsales, reunión técnica cadetes, reunión técnica de grupos, saludos y demás parafernalia.
Sábado: desayuno copioso y salida a la competición. Óscar abría el fuego a las 3 de la tarde con casi 40 grados. Típicos nervios paternos y a sufrir, carrera con nivelazo, y el espectáculo de ver salir a 90 cadetes corriendo por la playa desbocados. Muchos palos en el agua y natación regular, buena bici y aceptable carrera para acabar el 30. En principio bien, pero quedó un poco tocadillo pues le ganó mucha gente a la que solía ganar, y es que las vacaciones no perdonan. El próximo año mas.
Los Grupos de Edad salimos a las 4.30 con el mismo calor, y yo voy en la tercera tanda, con los más viejos y 3 minutos antes que todas las chicas. Mar picadillo a dos vueltas, las chicas me pasan ya en la primera, pero todo bien, 32 minutos, sobre el horario previsto. Cojo la bici y a pasar señoras, me engancha un grupo de los primeros y a gozar a cuarenta y pico hasta el primer repecho.
Todo de película hasta el final de la primera de las cuatro vueltas. Justo cuando escucho un ruido raro que creí que era un chinazo. Empiezo a ver que no camino, ¿será el aire ?, ¿la cuesta?, ¿qué no he comido con tanto nervio, calor y preparativo?. Una vuelta entera comiéndome la cabeza, los dos geles que llevaba, y vaciándome totalmente, mientras me iba pasando todo dios.
Os juro que dejé el triatlon durante tres o cuatro kilómetros. Decido pararme a revisar la bici junto a Óscar y M.Carmen, pero el verdadero miedo que tenía es que no pasase nada y que tuviera un pajarotón horrible.
De repente la solución: Me abraso la mano con la rueda trasera que está totalmente atascada con el freno. El chinazo fue un radio roto, y estaba como un ocho. Aflojo el freno, le abro, pero no hay manera, sigue rozando pero por lo menos gira.
Dos vueltas más jodido, pero con una explicación razonable. Así logro acabar la bici a duras penas y creo que con la mayor paliza de mi vida encima.
El postre fue peor, pues al ponerme las zapas de correr se me suben los cuadriceps al cogote, pero la suerte estaba hechada. Esto lo acabo yo por c.....
Así que tras 10 kilómetros arrastrándome literalmente, no sabía si lamentarme por la mala suerte de la avería o por la buena suerte de sobreponerme a los problemas y gracias más que nunca a los ánimos de la family; ser capaz de acabar, sin ninguna duda, el tri más duro de mi vida.
Así que nada de lamentos y sólo vamos para atrás para coger impulso.
Sanabria espera."
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